- "Están muertos, todos están muertos. Pude salvarlos. Estarían vivos de no ser por ti. ¡Tú impediste que matara a Ares! ¡Aléjate de mí!"
- ―Diana a Steven Trevor
La Masacre de Veld fue el ataque de una especie de gas letal desarrollado por la doctora Isabel Maru hacia la ciudad de Veld, Bélgica, orquestado por el General Erich Ludendorff durante una fiesta de gala en el castillo Chateux Veronique.
Antecedentes[]
- "¡Claro, tiene mucho sentido! Ares desarrolló un arma, la peor que se haya inventado."
"Querrás decir Ludendorff"
"No, me refiero a Ares... ¡Ludendorff es Ares!" - ―Diana y Steven Trevor
Bajo la influencia divina del Dios de la Guerra Ares, la doctora Isabel Maru desarrolló una nueva especie de gas mostaza, que utilizaba hidrógeno en lugar de oxígeno, volviéndolo un gas sumamente letal aún para las máscaras antigás. Maru financió sus experimentos con ayuda del General Erich Ludendorff, quien vio el potencial para utilizar el gas en la Primera Guerra Mundial. En los últimos días de la guerra, para evitar que el Kaiser Wilhelm II firmara el armisticio de paz, Ludendorff y Maru planearon lanzar el gas en el frente alemán, en una aldea llamada Veld ubicada en Bélgica, como una demostración de su poder.
Con la misión de acabar a Ares y detener la guerra, Diana y Steven Trevor se aliaron con un grupo de soldados aliados para enfrentar las fuerzas del Ejército Imperial Alemán en Bélgica, enfrentando y derrotando a los alemanes en el pueblo de Veld. Tras la exitosa liberación de la aldea, Diana y Trevor se enteraron por Etta Candy que el General Erich Ludendorff organizaría una fiesta de gala en el castillo Chateux Veronique, donde lanzaría el gas desarrollado por la doctora Isabel Maru. Poco después de que Sir Patrick Morgan les prohibiera asistir a la fiesta, Diana comenzó a creer que Ludendorff era realmente Ares.[1]
Masacre[]
- "Ahora lo entiendo todo. Ares no solo corrompió a los alemanes, a ti también, a todos ustedes. Encontraré a Ares, y lo voy a matar..."
- ―Diana a Steven Trevor
A pesar de las exigencias de Sir Patrick Morgan, Diana y Steven Trevor se infiltraron en la gala de Erich Ludendorff, con él disfrazado de un general alemán y Diana disfrazada de una dama de la alta sociedad. En medio de la celebración, Ludendorff invitó a bailar a Diana, quien lo confrontó por intentar evitar el fin de la guerra. Tras una pequeña discusión, Diana estuvo a punto de asesinar a Ludendorff con la Espada Mata Dioses, solo para ser detenida por Steven Trevor, permitiendo que Ludendorff, en compañía de los invitados de la fiesta, lanzara una bomba del gas mortal a Veld, asesinando a todos los ciudadanos de la aldea.
Rápidamente, Diana salió corriendo del castillo, montando un caballo para llegar a Veld. Ahí, ella observó sus propios horrorizados a los cadáveres de los pobladores, lamentándose por no haber asesinado a Ludendorff y evitado esta masacre. Cuando Trevor acudió al lugar, ella lo culpó por interferir con su intento de asesinato, creyendo que no solo los alemanes fueron controlados por Ares, sino también a él y toda la humanidad. Dicho esto, Diana observó una señal de humo generada por el Jefe, que le indicó la ubicación de Ludendorff. Rápidamente, Diana cabalgó hasta un complejo ubicado en un aeródromo.[1]
Consecuencias[]
- "Oh, que sorpresa. Qué extraño. Por desgracia tengo un asunto que atender."
- ―Erich Ludendorff a Diana
Decidida a acabar con quien creía que era Ares, Diana irrumpió en la torre de vigilancia del aeródromo. Ahí, ella se enfrentó en combate contra un Erich Ludendorff modificado por un gas amplificador de fuerza desarrollado por Isabel Maru. A pesar de sus esfuerzos por acabar con Diana, Ludendorff fue eventualmente asesinado por ésta haciendo uso de la Espada Mata Dioses. Sin embargo, Diana observó que los soldados alemanes continuando con sus labores de guerra, cargando las bombas de gas en un avión con dirección a Londres. Al ver esto, Diana perdió toda su fe en la humanidad, decidida a abandonar su misión.[1]