- "Sí, dígame"
"Sí, sí, gracias. Vengo a reportar un terrible crimen."
"¿De qué terrible crimen habla?"
"¡De este!" - ―Recepcionista y Harleen Quinzel
El Ataque al Departamento de Policía de Ciudad Gótica fue un asalto a la policía de Ciudad Gótica por parte de varias fuerzas en un intento de asegurar a Cassandra Cain, quien se había tragado el valioso Diamante Bertinelli.
Antecedentes[]
- "Te daré hasta medianoche. Y luego voy a arrancarte esa bonita cara y enmarcarla ¿okay?"
- ―Roman Sionis y Harleen Quinzel

Cain ingiere el Diamante Bertinelli.
Como parte de su plan para convertirse en el señor del crimen más poderoso de Ciudad Gótica, Roman Sionis movió sus contactos para asegurar el Diamante Bertinelli y financiar su organización, enviando a Dinah Lance y Victor Zsasz para obtenerlo. No obstante, al hacerlo, la carterista Cassandra Cain, quien desconocía su valor, se lo arrebató del bolsillo a Zsasz. Rápidamente, el Departamento de Policía de Ciudad Gótica la capturó para encarcelarla en una de las celdas, pero Cain se tragó el diamante en el camino.

Mientras tanto, Harleen Quinzel fue capturada por Sionis, habiendo declarado públicamente su ruptura con el Guasón y, por lo tanto, ya no estaba bajo su protección. Teniendo la intención de asesinarla cruelmente, Sionis se detuvo cuando ésta lo escuchó hablar sobre el diamante, ofreciéndole sus servicios como buscadora de cosas perdidas para hallarlo. Sionis aceptó, estuvo de acuerdo en liberarla si lo encontraba, pero ofreció también una recompensa de medio millón de dólares para cualquiera que pudiera recuperar a Cain con el diamante.[1]
Ataque[]
- "¿Dónde encuentro a Cassandra Cain?"
"...¡Celda 7!"
"Gracias, guapo. Eres un amor." - ―Harleen Quinzel y Oficial

Quinzel ataca al recepcionista.
Localizando a Cassandra Cain en el Departamento de Policía de Ciudad Gótica, Harleen Quinzel ingresó al edificio disfrazada de dama de clase alta que denunciaba un crimen terrible. Cuando el recepcionista preguntó acerca del crimen, ella rápidamente reveló una escopeta cargada con bolas de pintura, disparándole inmediatamente para noquearlo. Acto seguido, Quinzel ingresó a las instalaciones del departamento para utilizar su escopeta y crear explosiones de confeti y pintura, al mismo tiempo que combatía mano a mano contra los oficiales que se le oponían, haciendo uso de sus habilidades de artes marciales para acabar con ellos.

Quinzel es confrontada por los reclusos.
Al ingresar a una sala de reuniones, Quinzel amenazó a los oficiales para revelarles la ubicación de Cain. Tras obtener una tarjeta de acceso, Quinzel se retiró, reconociendo a George Harkness en uno de los anuncios de búsqueda. Pronto, Quinzel llegó a las celdas, donde atacó a más policías para intentar desactivar la celda de Cain. Sin respuesta del sistema, Quinzel golpeó furiosamente el tablero, haciendo que las los aspersores se activen y las cerraduras de los criminales encerrados se abran. Mientras hablaba con Cain, Quinzel notó el escape de los criminales, a quienes también les había hecho daño previamente. Quinzel procedió a enfrentarse en combate a los criminales, por lo que Cain aprovechó la distracción para huir del lugar, encontrándose en un almacén.

Quinzel inhala cocaína.
Concurrentemente, los Cazadores de Ciudad Gótica que buscaban la recompensa de Roman Sionis ingresaron al edificio, encontrándose con la indefensa Cain cara a cara. Rápidamente, Quinzel apareció para protegerla, utilizando un bate de beisbol que encontró en el almacén para nuevamente tener que lidiar con todos estos. Tras hacer uso de sus habilidades marciales para derribar a sus adversarios, Quinzel siguió la pista de Cain, solo para verse involucrada en una balacera y ser protegida por un gran paquete de cocaína. Los disparos al paquete hicieron que Quinzel inhalara una pequeña parte del producto, dándole energía para atacar nuevamente a los cazadores.

Montoya confronta a Quinzel.
Sin embargo, uno de los sicarios la atacó con sus piernas, las cuales Quinzel procedió para romper con el bate, solo para ser sometida y dominada por otro sicario de alta estatura, el cual estuvo a punto de ahorcarla. Viendo esto, Cain le entregó un encendedor, el cual Quinzel utilizó para quemar la barba del sicario y así liberarse. Tratando de escapar del lugar, Cain fue capturada por el líder de los cazadores. Rápidamente, Quinzel agarró una pistola del suelo para luego dispararle en la cabeza. Pronto, Renee Montoya apareció en escena, solicitándole que soltara el teléfono del sicario. Haciendo caso a Montoya, Quinzel se lo lanzó para noquearla, antes de encontrar un automóvil en el que se llevó a la inconsciente Cain.[1]
Consecuencias[]
- "No sé nada sobre ningún diamante."
"La inflección en tu voz, la evasión de tu mirada y el hecho de que eres una ladronzuela indican que sí lo tienes. Ahora, puedes dármelo o te entregaré al hombre que busca el diamante pero créeme, niña, no te gustará lo que él te hará. Entrega el diamante."
"Sí... no creo que eso pase."
"¿Cómo dices?"
"Es que no... no..."
"Una vez más."
"No, no puedo dártelo"
"¿POR QUÉ NO?"
"PORQUE ME LO TRAGUÉ, ¿OKEY?" - ―Cassandra Cain y Harleen Quinzel

Quinzel descubre que Cain ingirió el diamante.
En la carretera de Ciudad Gótica, Cassandra Cain despertó de su noqueo, siendo sorprendida por Harleen Quinzel al estar huyendo de una mujer que intentaba asesinarla. Tras lanzarle un explosivo a la mujer, Cain fue forzada por Quinzel a revelarle la ubicación del diamante. Aunque inicialmente se negaba a dárselo, Cain finalmente reveló que lo había ingerido. Sin más opciones, Quinzel y Cain se dirigieron a un supermercado para adquisir suministros de comida y laxantes para tratar de expulsar el diamante de su interior. No obstante, Quinzel decidió robar los alimentos, considerándolo su primera lección de vida para Cain.[1]