- "Una tregua, Bruce. Mientras tengas esta carta, una tregua. Pero lo único que tienes que hacer es romperla y con gusto discutiré contigo como quieras porque enviaste al chico maravilla... para el trabajo de un hombre."
- ―El Guasón a Bruce Wayne
El Asesinato de Dick Grayson fue la ejecución del compañero justiciero de Batman, Robin, a manos del Guasón.
Antecedentes[]
Durante su cruzada justiciera en Ciudad Gótica como Batman, Bruce Wayne formó una fuerte enemistad con el criminal conocido como el Guasón, con quien eventualmente terminaría convirtiéndose en su archienemigo.[1] Wayne también adoptó a un joven huérfano llamado Dick Grayson, a quien entrenó y posteriormente lo convirtió en su compañero y aliado justiciero Robin.
Asesinato[]
- "Por cierto... ¿quién crees que gritó más fuerte? ¿La niña... o el niño?"
- ―El Guasón a Bruce Wayne
Por razones desconocidas, Bruce Wayne envió a Dick Grayson a hacerse cargo del Guasón.[2] No obstante, Grayson sería eventualmente capturado y derrotado por el príncipe del crimen, quien terminó asesinándolo brutalmente.[1] Con la esperanza de corromper a su archienemigo, el Guasón pintó con aerosol la frase "JAJAJA BROMA ESTÁ EN TI, BATMAN" en el traje de Robin.[3]
Consecuencias[]
- "Veinte años en Gótica, Alfred. Sabemos lo que valen las promesas, los buenos que aún quedan con vida, los pocos casi permanecen."
- ―Bruce Wayne a Alfred Pennyworth
Devastado, Bruce Wayne encontró el dañado traje de Robin con la frase grafiteada, conservándolo en una exhibición en la Baticueva como un monumento a su difunto protegido y como recordatorio de su cruzada contra el crimen.[3] En acto de venganza, Batman se enfrentó cara a cara con el Guasón, cuya dentadura resultó gravemente dañada del combate, obligándolo a utilizar prótesis metálicas. Derrotado, el Guasón fue enviado al Manicomio Arkham, donde se hizo un tatuaje con la palabra "dañado" en la frente.[4]
Lleno de ira por la pérdida de su hijo adoptivo, la visión de Batman sobre el crimen en Ciudad Gótica cambió drásticamente, ahora convirtiéndose en un guardián cada vez más despiadado que maneja el crimen, llegando a marcar a cada criminal con una marca de murciélago, la cual, para los reclusos de Gótica, significaba una sentencia de muerte. Antes de prepararse para enfrentar a Superman, Wayne fue confrontado por Alfred Pennyworth sobre sus acciones, recordándole que durante sus años como justiciero, había visto morir a las personas buenas que aún quedaban.[3]